AYUDA ESPIRITUAL


Cuantas veces han escuchado el dicho: “no hay peor sordo quien no quiere oír”.
Por mi parte hace un buen tiempo que lo vengo escuchando y no le quería prestar atención. Creo que es mas vivo este dicho en mi vida desde mi casamiento.
Como muchos saben mi esposa hace más de diez años que perdió físicamente su audición. El último parte medico fue: Audición amputada.
Pero ese no es su problema, sino que es el mío. Ya que en el concepto de sordera ella es quien no oye; la que necesita de una comunicación alternativa de parte de quienes la rodeamos. Pero en realidad es que ella no es la que esta sorda, sino yo. Mi audición esta amputada espiritualmente hablando.
Ya que soy yo quien no “la escucha”; el que no “presta atención a sus dichos”; El que “hace oídos sordos”. Y esto ha generado muchos inconvenientes en nuestra vida y muchas confusiones.

Ej.: El hombre de por si solo es muy reacio de hablar y mas con sus esposas, viene de trabajar cansado y lo ultimo que quiere hacer es hablar de los problemas del trabajo; del día duro que tubo… Y por excusa dice -no quiero traer problemas del trabajo a casa amor-.
Pero lo que la esposa en realidad quiere al preguntarle como le fue en el día y de los detalles de este es: -primero me decís tu día que es resumido sabiendo como sos para hablar, y después te descargo toda la batería de acontecimientos que me han sucedido a lo largo de mi día con lujos de detalles, hasta mis pensamientos mas profundos y las frases textuales de mis conversaciones. Todo al detalle… en orden…a como vienen a mi mente…je…
Esta es la verdad de la milanesa como decimos en Córdoba.
La verdad es que la mujer quiere y debe y necesita y ordena ser oída.
Aunque para nosotros no sea mas importante lo que dice de lo que dura la propaganda de la película que estamos viendo o el entre tiempo del partido de nuestro equipo favorito o lo que tardamos en darle la vuelta a los canales de la TV haciendo zaping.
Ella quiere ser oíday esa es la verdad . Y es ahí donde digo que se hace realidad el dicho que “no hay peor sordo quien no quiere oír”. Soy sordo a las necesidades físicas, sentimentales y espirituales de mi esposa.

Así mismo hacemos en nuestras vidas con Dios. ¿Cuantas veces Dios viene y nos advierte de que dejemos tales practicas que no están de acuerdo a su voluntad; que dejemos tal actitud o nos llama a la oración porque algo quiere decirnos, advertirnos o simplemente que tengamos intimidad con El? y para mi vergüenza soy el primero en darle la espalda. Esto me desnuda ante todos pero también es un reconocimiento de mi parte públicamente para demostrar mi arrepentimiento para tal cosa (no oír a Dios y a mi esposa me causa problemas).
Dios en su palabra: …

Éxodo 15:26: y dijo: Si oyeres ATENTAMENTE la voz de Jehová tu Dios…

Isaías 55:2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.

Santiago 1:25: Mas el que mira ATENTAMENTE en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Es una advertencia para todos aquellos quienes tiene problemas de comunicación en la pareja, lo que trae aparejado que un día, cansada la esposa de tanto hablar y no ser atendida, pega el portazo y se va o estalla la tercera guerra mundial en tu casa.
Es muy practico lo que tenemos que hacer, es muy espiritual y a la vez tan terrenal…debemos Prestarle atención a Dios primeramente y sus demandas de nosotros y debemos escuchar a nuestras esposas.
Así de fácil.
Hoy viendo una película me quedo un pensamiento: no es importante lo que hables sino que SEPAS ESCUCHAR.
Como muchos esposos que desean servir a Dios, siempre andamos predicándoles a nuestras esposas, a tener fe, confiar en Dios, pero no atendemos a sus demandas, aunque mas no sea escuchándolas.
Y cuando nuestras oraciones no son escuchadas a causa de tener problemas con ellas, le reprochamos a Dios. Pero mira lo que dice SU palabra:
1 Pedro 3:7: Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan ESTORBO.