martes, 20 de marzo de 2012

REFLEXION

 

Confiar en Dios





¿Ha tenido usted temores acerca de cuál será su futuro a corto o largo plazo? ¿Encuentra usted difícil confiar en lo desconocido y lo invisible, incluyendo a Dios? ¿Ha tratado de creer en algo y sin embargo no puede?, pues su mente le dice: No es posible.


Usted no está solo (a) y no crea que usted es un terrible pecador y que solo a usted le pasa o que usted es la persona más incrédula y menos espiritual que hay en este mundo; pues amigo(a) la verdad es que nadie nació creyendo, pues lo nuestro es un proceso de revelación por parte de Dios a través de su Espíritu Santo a nuestro corazón, que fue abriendo nuestros ojos y nuestro entendimiento progresivamente y cambiando nuestra antigua forma de ser por medio de la palabra de Dios escrita (La biblia) y por medio de la palabra de Dios hablada (Predicadores, evangelistas, etc.), cumpliéndose lo dicho por el Apóstol Pablo el cual decía que la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17).


Mi amigo(a) aunque es nuestra decisión el creer o no, gran parte de este problema nos lo provoca el sistema que opera en este mundo, un sistema guiado sutilmente por fuerzas malignas tanto espirituales como físicas el cual a contaminado nuestra sociedad con sus mentiras con el único propósito de destruir al ser humano, este estilo de vida moderno nos ha enseñado a solo valorar lo físico y lo material y nos ciega a ver más allá bloqueando el aspecto sobrenatural de nuestra existencia espiritual.


Si vemos la creación del hombre en el libro del Génesis dice que el hombre fue creado del polvo de la tierra, mas el hombre por sí mismo no era nada, solo era un montón de carne y huesos sin función alguna, pero luego nos dice que el hombre llego a ser algo notable, un ser viviente hasta que Dios puso un espíritu en él, lo cual nos debe dar una gran lección en estos días donde nos ocupamos por este cuerpo físico nada más y nos olvidamos que primeramente el valor del ser humano radica en el espíritu que habita en él y no solo en su cubierta física.




El Apóstol Pablo dijo:
Romanos 8:5-8 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.



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